La producción global de plásticos ha ido en aumento en las últimas 5 décadas, cada vez estamos más acostumbrados a comprar productos en empaques de plástico, sobre todo en empaques o botellas de un solo uso. El crecimiento ha sido tal, que según Greenpeace, en los últimos 10 años hemos creado más plástico que en toda la historia de la humanidad.
Se ha vuelto común ver estos contaminantes tirados en las calles, ríos y lagos. También solemos escuchar noticias de cuánto contaminan nuestro mundo, incluso el porcentaje de peces que tienen microplásticos (según Greenpeace, el 20%). De hecho, estudios muestran que el plástico es uno de los mayores contaminantes de los océanos y más de 100 mil animales marinos mueren cada año por esta causa. Poco a poco comienza a ser un tema del que más personas son conscientes, sin embargo, se suele pasar por alto la huella de carbono que generan.
¿Qué es la huella de carbono?
Se define a la huella de carbono como las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) provocadas por personas, organizaciones, eventos o productos y se mide en masa de CO2 equivalente (CO2e o CO2eq). Se utiliza así porque el CO2 es el gas más abundante entre los GEI y se usa como referencia en la medición del resto de los elementos. En otras palabras, la huella de carbono tiene una relación directa con el calentamiento global.
Detrás de una botella de agua, está el proceso de producción de la botella, el llenado de agua, la transportación y el reciclado o eliminación al final de su vida útil y cada etapa del proceso genera emisiones de gases de efecto invernadero.
De acuerdo con un estudio hecho por la Universidad de Wisconsin, se estima que la huella de carbono de una botella de plástico de 750 ml es de 280 gramos de CO2e.
Si se toma en cuenta que en 2018 se vendieron más de 480 mil millones de botellas de agua en el mundo (según datos de Euromonitor, especialistas en investigaciones de mercado), se puede calcular que la huella de carbono generada por el agua embotellada fue de 134.4 millones de toneladas de CO2e en 2018.
Para poner en perspectiva cuanto representa este número, equivale al 14.1% de las emisiones generadas por el sector de la aviación a nivel mundial.
Sin embargo, hay alternativas que ayudan a reducir la contaminación por agua embotellada, así como la huella de carbono que genera. Una clara alternativa son los purificadores de agua Welken, los cuales se instalan debajo de la tarja de le cocina, se conectan a la red de agua de la casa y ofrecen agua purificada de buena calidad, con muy buen sabor.
Referencias:
- Datos sobre la producción de plásticos. (2021). Greenpeace: https://es.greenpeace.org/es/trabajamos-en/consumismo/plasticos/datos-sobre-la-produccion-de-plasticos/
- El plástico es el mayor contaminante de los océanos. (s.f.) The Food Tech: https://thefoodtech.com/historico/el-plastico-es-el-mayor-contaminante-de-los-oceanos/
- Estudio sobre el impacto de la contaminación por microplásticos en peces de México. (2019). Greenpeace México: https://www.greenpeace.org/mexico/publicacion/3377/estudio-sobre-el-impacto-de-la-contaminacion-por-microplasticos-en-peces-de-mexico/
- Ritchie, H. & Roser, M. (2020). and Greenhouse Gas Emissions. Our World in Data: https://ourworldindata.org/emissions-by-sector#energy-electricity-heat-and-transport-73-2
- ¿Sabías que se compran un millón de botellas te agua por minuto? (2019). El Ágora: https://www.elagoradiario.com/agora-forum/sabias-que/sabias-que-compran-millon-botellas-agua-minuto/